A las mujeres de hoy les gusta ponerse pendientes en las orejas,
pero aquí el pendiente fue colgado en la nariz de Rebeca ...
ESTUDIO-VIDA DE GENESIS
MENSAJE SESENTA Y
UNO
VIVIR EN COMUNION CON DIOS:
EL MATRIMONIO DE ISAAC,
UNA FIGURA DE LA BODA DE CRISTO Y LA IGLESIA
(Ver completo en: http://www.librosdelministerio.org/books.cfm?id=18F923DF)
...
(b) Recibe los dones
Después de hacer lo que el siervo esperaba, Rebeca recibió los dones. Primero, el siervo puso un pendiente de oro en su nariz.
A las mujeres de hoy les gusta
ponerse pendientes en las orejas, pero aquí el pendiente fue colgado en la
nariz de Rebeca. Cuando
leí el Cantar de los Cantares, quedé sorprendido al ver que el Señor no elogia las orejas de la que lo
buscaba, sino que alaba la nariz de ella, diciendo: “Tu nariz, como la torre del Líbano, que
mira hacia Damasco”, y: “El olor de
tu boca [lit., nariz] como de manzanas” (7:4, 8). En el Cantar de los
Cantares 2:3, la que busca dice: “Como el
manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes; bajo
la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar”. Por haber disfrutado las manzanas, su nariz olía a manzanas. ¿Qué
significa eso? La
función de la nariz es oler. El hecho de poner un pendiente de oro en la nariz
de Rebeca significaba que su función
olfativa había sido cautivada por la naturaleza divina. Cuando tenemos este pendiente en
nuestra nariz, tenemos el olor y el sabor divino. Como dice el libro de Hebreos,
hemos gustado del don celestial, de la buena palabra de Dios y los poderes del
siglo venidero (He. 6:4-6). Antes de ser salvo, yo tenía un
gusto particular. Sin embargo, después de recibir al Señor, mi gusto cambió. Había recibido el gusto
divino. ¿Tiene usted un pendiente de oro en su nariz? ¿Es su nariz como la
torre del Líbano? Según Levítico 21:18,
ninguna persona que tenga nariz chata podía servir como sacerdote. Todos
nosotros debemos tener una nariz aguda y no una nariz chata.
Nosotros los salvos tenemos el gusto divino y olfato divino. Por tener este gusto, hay muchas cosas que no podemos
comprar en las tiendas. ¿Qué es lo que nos impide comprar estas cosas? El
pendiente de oro que llevamos en la nariz. Por nuestra nariz con el pendiente
de oro olemos y percibimos que algo no está bien en algunos artículos que vemos
en las tiendas. Por tener la nariz así, no necesitamos que otros nos digan lo
que debemos o no debemos hacer. La función de nuestro olfato y nuestro gusto
nos dice qué corresponde al gusto de Dios y qué no. Debemos tener la nariz como
una torre elevada y debe oler a manzanas. Nuestra nariz debe ser una torre
elevada en el Espíritu. Nuestra nariz espiritual debe tener el olor de Cristo.
Cuanto más disfrutamos a Cristo como el manzano, más tenemos una nariz con Su
aroma de manzana.
El siervo también puso
dos brazaletes en las manos de Rebeca (vs.
22,47). En cierto sentido, sus manos quedaron esposadas. Conforme al Nuevo Testamento, eso
significa que hemos recibido la función divina
(Ro. 12:4). Cuanto más seamos
esposados por el Espíritu, más dones recibimos de El. No sólo recibimos el sabor y olor divinos, sino también la función divina. Los dos brazaletes dados a Rebeca pesaban diez ciclos y, por tanto, podían cumplir los requisitos de
los mandamientos de Dios; mientras que el
peso del pendiente de oro que le fue puesto en la nariz era medio siclo. Este medio siclo
representa el anticipo; la mitad que hemos gustado indica que la otra mitad, es decir, la plenitud, está por venir. El anticipo es algo parcial, pero las
funciones están completas. No diga usted que tiene solamente la mitad de
una función. No, su función, su talento, está completa. Toda persona tiene por
lo menos un talento completo. El
anticipo que hemos recibido del Espíritu Santo es parcial, pero la función
divina que recibimos de El está completa.
Rebeca también recibió alhajas de plata y de oro, y vestidos
(v. 53); todo eso denota las riquezas de
Cristo. Al principio, a Rebeca se le puso un
pendiente de oro en la nariz y dos brazaletes en las manos. Después de recibir
el recado del siervo, ella recibió más riquezas. Del mismo modo, después de que nosotros entramos en la vida de iglesia
y aceptamos la comisión del Espíritu, las riquezas de Cristo, las alhajas de
plata y de oro y los vestidos nos fueron dados para disfrutarlos.
Con todos estos detalles, podemos ver que el relato de
Génesis 24 es totalmente divino y denota el concepto divino. Esta no es mi
alegoría, pues es así como se narra. ¿Por qué el pendiente de oro sólo pesaba
medio siclo y no tres cuartos de siclo? ¿Por qué los brazaletes pesaban diez siclos
y no nueve ni once? ¿Por qué el siervo trajo las demás riquezas solamente
cuando su comisión fue aceptada? Todo eso corresponde a la revelación del Nuevo
Testamento. Ahora no sólo disfrutamos el pendiente de oro en nuestra nariz, y los
brazaletes en nuestras manos, sino que disfrutamos las alhajas de plata y de
oro y los vestidos. En la vida de iglesia todas las riquezas de Cristo nos
pertenecen.
hermoso 🙌🙏❤
ResponderEliminarGracias por decirlo. Nos alegra que le haya gustado y alimentado.
EliminarBendiciones, gracias por tus enseñanzas,sin de gran edificación,que el señor Jesucristo te de más revelación y sabiduría.
ResponderEliminar¡Gracias a usted por comentar! Le sugiero mis Blogs más actuales Tabernáculos (https://josemariaarmesto.blogspot.com/) y Graneros de José (https://granerosdejose.blogspot.com/). ¡Bendiciones!
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