La brujería es ambiciosa, por tanto, es impaciente e insistente. Tiene sus propios planes y no se conforma con esperar en el Señor. La idea completa de esperar es amenazante para la práctica de la brujería. Si no podemos esperar que Dios haga algo, entonces estamos deseando algo que Dios no ha ordenado. Si Dios lo ordenó, entonces deberíamos poder esperar en Él, para que Él lo haga a Su tiempo. Su tiempo es perfecto. La naturaleza del Espíritu Santo en nosotros es para descansar, esperar, escuchar y después actuar solo cuándo sea el momento de actuar. El Espíritu Santo es paciente, benigno, amable y lleno de longanimidad.
Capítulo 16 – Los Demonios de la Brujería
Milton Green notó con
acierto que en cada situación, o bien hay un ambiente de Espíritu Santo, o un
ambiente demoníaco.
Dondequiera que haya una de
estas cosas que llamamos iglesia, hay
una obra de la carne. Si es de la carne, entonces es idolátrica. Si es
idolátrica, está infestada de demonios. Si está infestada de demonios, va a ser
motivada por la manipulación y el control, que es en sí la práctica de la
brujería en la más amplia y sutil definición del término. Si es la práctica de
la brujería, entonces los demonios de brujería van a estar pululando. Aunque
vengan en grados distintos de fuerza—lo más probable es que cada una de estas
Cosas tenga algún poder o principado asignado para gobernar sobre ella. Este
hedor de carne atrae a los demonios de brujería.
EL ESPÍRITU DE BABILONIA
La Babilona espiritual toma
forma tangible en esta Cosa que llamamos iglesia.
La iglesia es idólatra. En la Biblia,
los demonios se asocian con la idolatría. El Señor habló a Moisés en Levítico
17:7 en referencia a los israelitas, diciendo, “Nunca mas sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de
los cuales han fornicado.” Así pues, esta Cosa que llamamos iglesia está
poseída de demonios—todos los demonios de la Babilonia espiritual. Creo que el más destacado de
los demonios de la Babilonia espiritual, es el espíritu de Babilonia mismo. (En
los tiempos de gobierno Persa sobre Babilonia, Daniel identificó al príncipe
del Reino de Persia. Daniel 10:13. Este “príncipe”, se entiende por el contexto
de las Escrituras, es una fortaleza demoníaca sobre Persia). No puedo decir si
hay un espíritu de Babilonia en general, o si hay multitudes. Si puedo decir
que es una presencia muy real en las iglesias.
El espíritu de Babilonia
obra en concierto con el espíritu de brujería y es monstruoso en naturaleza y
tamaño. Yo nací y crecí en la Babilonia espiritual como muchos otros en la iglesia. Era lo único que conocía.
Estaba en mí y yo estaba en ello. Como ministro en ese sistema, encontré
identidad, significado, validez, poder, apoyo y esperanza. Era una fortaleza
importante en mi vida. Incluso después de mi conversión
y de la separación del sistema, experimenté momentos en que yo mismo era
vencido por este espíritu de Babilonia. Quería volver al sistema, exactamente a
la misma cosa que antes me había llevado a la bancarrota espiritual. La
atracción era tan fuerte a veces que yo estaba seguro de que era la voz de Dios
llamándome. El llamado contradecía las revelaciones y entendimientos que había
recibido sobre el sistema de la iglesia,
pero no podía ver la verdad mientras me encontraba bajo su velo de engaño.
Después de un tiempo, el velo era quitado y
recuperaba el sentido. Después me sentía culpable
de haber sucumbido a ese espíritu. Pensaba para mí mismo: “Debo ser horrible”.
El Espíritu Santo, lleno de gracia, me daba entendimiento. Me mostraba que este
espíritu de Babilonia que venía sobre mí, era enorme y yo era vencido por ello.
Me llevó años ser librado del mismo. Incluso entonces, esperando hallarme en un
momento de debilidad, su voz seductora, ya muy bajita, me llamaba, “Ven a
casa”.
LA TRINIDAD PROFANA
Cuando este espíritu
babilónico es expuesto más claramente, creo que otras tres influencias
demoníacas se ven trabajando en concierto una con otra, para gobernar sobre las
iglesias carnales. Son un espíritu
matriarcal, un espíritu de Jezabel, y un espíritu de brujería. Estos espíritus
operan como tres en uno para formar la “trinidad profana” en oposición al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
El espíritu matriarcal. El espíritu matriarcal es una falsificación
del Padre-Dios. De acuerdo con el Diccionario/Thessaurus Universitario
Merriam-Webster’s, una matriarca es una “mujer que gobierna o domina a una
familia... la madre siendo la cabeza y la gobernadora de su familia y
descendientes.” Apocalipsis 17:5-6 revela que este “MISTERIO, BABILONIA LA
GRANDE”, se llama “LA MADRE DE LAS RAMERAS”. Esta madre en Apocalipsis es un
espíritu matriarcal. No tiene marido, tiene descendencia, y gobierna sobre esa
descendencia. Llama rameras a su descendencia y tiene muchas de ellas.
El espíritu matriarcal se
nota más por esto: conquista. Domina su casa. Quita el gobierno de cualquiera a
su alcance. Conquista todo poder de decisión. Conquista conversaciones.
Contesta por otros. Conquista las vidas de las personas. Los que están bajo su
dedo disminuyen, son asfixiados y pierden su identidad en ella. Ella amadrina;
ella sofoca. Este dominio ocurre por todas partes—en la sociedad, en el hogar y
particularmente, en la iglesia. Está extremadamente fuera del orden divino
cuando sucede, pero es especialmente gravoso para Dios cuando conquista entre
la familia de Dios que construyen para ellos mismos estas Cosas que llamamos iglesia.
El espíritu matriarcal
usurpa el papel del patriarca para que pueda formar la familia por sí misma.
Gana control sobre la casa por medio del espíritu de Jezabel.
Jezabel. El espíritu de Jezabel (ramera) es una falsificación del Hijo, Jesús.
El espíritu de Jezabel usa cualquier medio posible para enredarnos en su red de
ataduras. Da vueltas alrededor de su brujería para conseguir esto.
Brujería. El espíritu de brujería es una falsificación del Espíritu Santo. La
brujería es, entre otras muchas cosas, seductora, atractiva, engañosa,
insistente, provocadora de temor, vergonzosa, manipuladora, controladora,
provocadora de culpa y ofensiva.
Con el tiempo, esta trinidad
profana tomará dominio en cada situación del sistema de iglesia ramera.
POTENCIANDO EL ESPIRITU MATRIARCAL
Estas tres manifestaciones
obran juntas como una. Tienen diferentes funciones pero trabajan para lograr un
mismo objetivo final—dar el dominio de la casa al espíritu matriarcal.
Falsifican las funciones del
Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. De la misma forma que la función del
Espíritu Santo es glorificar al Hijo, la función de la brujería es ayudar a
Jezabel a lograr sus metas. De la misma forma que Jesús vino a glorificar al
Padre, la función de Jezabel es finalmente potenciar/glorificar al espíritu
matriarcal. Jezabel practica la discriminación a los hombres (lo masculino)
para poder eliminar a los patriarcas, dejando el gobierno de la casa en poder
del espíritu matriarcal únicamente.
Estos tres--el matriarcado,
Jezabel y la brujería—están tan enredados que cuando el espíritu de Jezabel
madura, por así decirlo, se convierte en el matriarcado. Esto es lo que les
sucedió a Bob y Sharon. Bob fue llamado a servir al cuerpo de Cristo a tiempo
completo, pero desde el primer día de su matrimonio en adelante, este
matriarcado-Jezabel-el espíritu de brujería, operando a través de Sharon, se
oponía a él en casi todas las decisiones que tenía que tomar. Este espíritu
trataba de dictar su vida y ministerio por él. No le dejaba llevar su
matrimonio, aunque él era bastante capaz de hacerlo. Con el paso de los años,
le agotó espiritual, emocional, mental y físicamente. Terminó siendo más fácil
para él rendirse a ello que tener que levantarse repetidamente en contra de
ello. Su necesidad por dominar era la Jezabel en ella. La forma en que se
manifestaba contra él era por medio de la brujería en ella. Cuando cumplieron
los sesenta, la brujería le había agotado por completo, Jezabel le había
cortado por competo y el matriarcado había terminado por conquistar. El
espíritu de Jezabel en ella se transformó en el matriarcado.
Lo que les sucedió a Bob y a
Sharon ilustra lo que con frecuencia sucede en el sistema de la iglesia. Por ejemplo: El pastor que
quiere dominio sobre “sus” ovejas suprime
sus dones y ministerios para poder tener el gobierno sobre ellos. Él quiere—esa es Jezabel; el suprime—esa es la brujería; él gobierna—ese el matriarcado. Esta trinidad
profana no tiene un género específico. Opera igual a través de varón o mujer
para asegurar su dominio sobre la casa. El verdadero Patriarca de la ekklesia
de Dios es Dios el Padre-Dios. En el momento en que Su pueblo se someta a otra
autoridad espiritual como cabeza, el matriarcado conquista tanto si el
liderazgo es masculino o femenino.
El sistema de iglesia en conjunto está estructurado
para el dominio injusto de unos pocos sobre muchos. Phil Perry dice respecto
del sistema de la iglesia ramera que
“o bien te mantiene dominando, o bien te hace débil.” La brujería y Jezabel en
estas Cosas que llamamos iglesia potencian
a unos con autoridad impía y aprisionan a otros bajo esa autoridad impía.
LA MUJER EN LA CESTA
El pasaje de Zacarías 5:5-11
respecto de “la mujer en la cesta” es un cuadro de esta trinidad profana.
Un ángel mostró a Zacarías una cesta (efa, que es una vasija para
medidas sólidas), y Zacarías observó que la apariencia del efa (cesta) salía por toda la tierra.
La cesta es como el sistema
de la iglesia que de hecho ha salido
por toda la tierra.
El ángel levantó la tapa de plomo del efa, dejando que Zacarías viera a
una mujer dentro. El ángel identificó a la mujer como “Iniquidad”.
La iniquidad es como un
espíritu matriarcal que busca gobernar las iglesias.
Es la personificación de la iniquidad, la mente carnal, la abominación
desoladora del lugar santo, que está donde no debería estar. Marcos 13:14.
El ángel arrojó una masa de plomo sobre la boca del efa para
esconderla. (El plomo es pesado, semejante a la pesadez que cae cuando el
espíritu matriarcal aparece). El ángel, por tanto la encerró durante un período
de tiempo.
El espíritu matriarcal en
las iglesias ha sido escondido hasta ahora, pero pronto será revelado cuando se
siente sobre su trono en su propia casa.
Entonces Zacarías vio a dos mujeres que venían con el viento de sus
alas. Sus alas eran como las de una cigüeña.
Las dos mujeres son como los
espíritus de Jezabel y de la brujería que obran en concierto con el espíritu matriarcal.
Estas dos mujeres cogieron el cesto con la mujer Iniquidad, dentro, y
lo llevaron a Sinar que es Babilonia.
Sinar es la cautividad
babilónica de la iglesia, llamada el
sistema de la iglesia ramera.
Las dos mujeres llevaron el cesto a Sinar para edificar casa para
Iniquidad. Será su propia casa y será establecida. Una vez que esté
establecida, será puesta sobre un pedestal (base, fundamento, lugar de
cimiento). Será la cabeza de la misma.
Los espíritus de Jezabel y
de la brujería llevaron a esta mujer a Sinar, el lugar del sistema de la
iglesia ramera, para edificar casa para ella. Su casa es una falsificación del
templo del Espíritu Santo—todos los cristianos verdaderos—sobre los que Cristo
es la cabeza. Cuando la casa esté preparada, la Iniquidad, el espíritu
matriarcal, estaría puesta sobre su pedestal, aparentemente para recibir todas
las cosas para ella misma, para poder ser todo en todos. Esto falsifica el
destino de Jesús, quien, cuando todas las cosas le hayan sido sujetas, también
se sujetará a Dios para que Dios pueda ser todo en todos. 1ª Cor. 15:28.
La trama de la trinidad
profana está siendo desarrollada hasta su cumplimiento en el sistema de la iglesia ramera hoy: el espíritu de
Jezabel esta siendo transformado en la matriarca.
ZÁNGANOS DE BRUJERÍA
Estas tres fortalezas
demoníacas principales se sientan como abejas reinas con un enjambre de
zánganos cumpliendo sus órdenes. El ángel de Apocalipsis 18:2 “clamaba con voz
potente diciendo, ‘Ha caído, ha caído
la gran Babilonia, y se hecho habitación de demonios, y guarida de todo
espíritu inmundo, y albergue de toda ave
inmunda y aborrecible.” El espíritu de ave y el ave inmunda y aborrecible
habla de demonios.
Pablo escribió, “Pero el
espíritu dice claramente, que en los postreros tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a
doctrinas de demonios.”1ª Tim. 4:1. Después añadió que “Porque vendrá
tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír,
se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias y apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” 2 ª Tim.4:3-4. Los demonios
susurran a los que tenemos comezón de oír, y sucumbimos a sus engaños cuando no
hemos zanjado el asunto de la entrega extrema al señorío de Jesucristo. Cuando
seguimos deseando el Yo con lujuria, y
no amamos la verdad.
Recuerda, el Señor Jesús
estaba hablando a las asambleas de los-llamados-fuera en Asia cuando mencionó
la doctrina de Balaam en Apocalipsis 2:14, la doctrina de los Nicolaítas en
Apocalipsis 2:15, y la doctrina de Jezabel en Apocalipsis 2:24. Estas eran
falsas enseñanzas que amenazaban la sencillez y la pureza de devoción de los
santos a Jesús.
Estos demonios de iglesia son muy reales y trabajan en
concierto unos con otros para hacer estragos en el cuerpo de Cristo. Estos
tirititeros invisibles manipulan nuestras cuerdas para crear engaño, confusión,
división, intolerancia y odio.
Los demonios de iglesia mienten y nos engañan hasta el
punto de poder atarnos a estas Cosas que llamamos iglesia. Aún sabiendo que estamos atados a estas Cosas
espiritualmente muertas, nosotros y los demonios podemos salir con las más
sofisticadas justificaciones para permanecer en ellas. “Pero, ¿quién predicará
en mi funeral?” . “Mis hijos tienen a sus amigos aquí”. “Nací, fui bautizado y
me casé aquí.” “Mi abuelito ayudó en la construcción de esta iglesia.”
LOS NOMBRES DE LOS DEMONIOS
“¡Cierra la escuela
dominical!”. Y eso hice. La decisión de hacer esto no era fácil ni era sin
consecuencia. Me costó mi puesto en la pequeña iglesia rural donde acababa de
empezar a predicar. No tenía ni idea al principio de que los demonios serían
sacados a luz por medio de tal decisión, pero pronto tuve la oportunidad de
comprobarlo. El Señor expuso un becerro de oro en los corazones de algunas
personas. Aunque estas tres palabras eran muy simples, “cierra la escuela
dominical”, el Señor expuso a unos cuántos que se habían unido a una tradición
de hombres, quienes por sus propias confesiones y decisiones mostraron amar a
la institución de la escuela dominical suficiente como para no “probar el
Espíritu” en este asunto.
En este proceso, Dios expuso
numerosas obras de la carne entre el núcleo de los disidentes. Cada obra de la
carne que aparece en cursiva más abajo, tiene su correspondiente espíritu
demoníaco consigo. Los demonios reciben sus nombres conforme a sus actividades.
Sus doctrinas y políticas
gubernamentales eran restrictivas, impidiendo
al Espíritu Santo hacer algo nuevo en medio de ellos. Cualquier pensamiento o
acción que no encajara en el estrecho corredor del régimen de su iglesia, era rechazado. Cualquiera que
se atreviera a probar esos límites, sería considerado un adversario de la fe.
De esta forma estaban presentes los demonios de restricción.
Eran muy posesivos en su intento de adueñarse de
la propiedad, del púlpito, del programa y de la gente. Así estaban presentes
los demonios de posesividad.
Su posesividad les hacía manipuladores y controladores, lo que en sí constituye la práctica de la brujería.
Estaban presentes los demonios de la manipulación, el control y la brujería.
Dos de los ancianos fueron
muy falsos al ir a hurtadillas y sin mi conocimiento a las autoridades más
altas, con la única intención de expulsarme. Había presentes demonios de
mentira.
Eran rebeldes contra el escuchar la palabra del Señor. No pretendían
estar hablando en nombre del Señor, pero se aferraban a su tradición. Por
tanto, eran tercos, soberbios e inflexibles. El cambio no era una
opción. Su obstinación era orgullosa y arrogante. Estaban presentes los
demonios altivos y los demonios de rebelión, orgullo y arrogancia.
Eran idólatras al amar a su iglesia y tradiciones más que a su
disposición de confiar y obedecer al Espíritu Santo. Sus identidades estaban
completamente centradas en su iglesia. Había demonios de idolatría presentes.
Eran legalistas, políticos, con tendencia a hacer clanes, rencorosos,
sospechosos, celosos, impúdicos, calumniadores, quisquillosos, malévolos, y
contenciosos. También estaban presentes todos estos demonios.
Si somos sectarios, habrá
espíritus de sectarismo; si somos
divisorios, habrá espíritus de división; si somos legalistas, habrá espíritus
de legalismo; si somos religiosos,
habrá espíritus de religión; si somos
seductores, habrá espíritus de seducción;
si somos celosos, habrá espíritus de celos;
si somos rencorosos, habrá espíritus de rencor;
si somos odiosos, habrá espíritus de odio;
si tenemos lascivia, habrá espíritus de lascivia;
si tenemos hambre de poder, habrá espíritus de intimidación y dominio; si tenemos malicia y homicidio en nuestros
corazones, habrá espíritus de malicia y
homicidio.
¿Homicidio?, ¿Un espíritu
homicida en la iglesia? Puede estar en el corazón. El Pastor Henry había
perdido el favor de muchos de sus feligreses. Convocaron elecciones para
expulsarlo y él ganó con un margen muy estrecho. Para sorpresa de la
congregación, el siguiente domingo él confesó desde el púlpito que habría
matado a todo el que votó en contra de él con una pistola. La inquisición católica
hacia el año 1500 es uno de entre los muchos ejemplos históricos de lo horrible
qué es este espíritu de homicidio en nombre del “Cristianismo”. Los
responsables de la iglesia ejecutaban juicios secretos y enviaban a los herejes
condenados a los gobiernos seculares para ser quemados en la hoguera. Jesús fue
juzgado, condenado y ejecutado por los numerosos líderes religiosos de Su día.
(Le mataron sólo porque estuvo dispuesto a poner Su vida). Si nosotros buscamos
algo para el Yo, despreciaremos a todos los que nos amenacen. Algunos matarían
si pudieran.
Los demonios en las iglesias
son muchos y muy viciosos. Muchas iglesias se han convertido más en un campo de
batalla lleno de heridas, que en un centro
para la sanidad.
LOS DEMONIOS Y LAS PERSONAS
Los demonios sólo pueden
obrar a través de gente dispuesta. Los espíritus malignos tienen libre acceso a
los que cometen pecado. La práctica del control y de la manipulación es pecado
y abre la puerta a los espíritus de brujería.
Los que mandan en estas Cosas
que llamamos iglesia pueden ser pocos
en número, quizá sólo uno. Puede ser el pastor, aunque no necesariamente. En la
mayoría de las denominaciones, los pastores van de iglesia en iglesia,
limitando su capacidad de conseguir una fortaleza sobre sus congregaciones. Los
que ganan esa fortaleza en su iglesia
son generalmente los que permanecen ahí durante toda una vida, o los que fletan
una iglesia en su propio nombre.
Con mucha frecuencia, los
que están en control son personas “laicas” que no sólo mandan en la iglesia, sino que controlan también a
los pastores. Pueden ser hombres o mujeres. La influencia matriarcal puede
estar en la Srta. Nessie, cuyos antepasados fundaron la iglesia, y nunca se hizo nada sin su previa autorización. La
influencia de Jezabel puede estar en Jennifer, que sedujo al Pastor John para
tener una aventura con ella, o puede
estar en el Pastor John, que sedujo a Jennifer a tener una aventura con
él. La influencia de la brujería puede
estar en el diácono Will, que controla los presupuestos, o puede estar en una
autoproclamada profetisa Charlotte, que manipula las vidas de las personas a
través de profecías falsas. Muchas veces, los que mandan en las iglesias son los que tienen dinero y
posición en la comunidad, y así, intimidan a los que les veneran indebidamente.
Un pastor amigo mío me dijo
hace años que cuando entraba en una nueva situación de iglesia, su primera labor consistía en descubrir quién era el
“jefe” para poder encontrar la forma de trabajar con él o con ella.
BRUJERÍA Y EL ESPÍRITU SANTO
Una forma de discernir este
espíritu falso de la brujería es verlo en contraste con la naturaleza y obra
del Espíritu Santo. La brujería se caracteriza
por el engaño, el Espíritu Santo se caracteriza por la honestidad, veracidad y
honradez. Dios es Verdad.
La brujería es ambiciosa,
por tanto, es impaciente e insistente. Tiene sus propios planes y no se
conforma con esperar en el Señor. La idea completa de esperar es amenazante
para la práctica de la brujería. Si no podemos esperar que Dios haga algo,
entonces estamos deseando algo que Dios no ha ordenado. Si Dios lo ordenó,
entonces deberíamos poder esperar en Él, para que Él lo haga a Su tiempo. Su
tiempo es perfecto. La naturaleza del Espíritu Santo en nosotros es para
descansar, esperar, escuchar y después actuar solo cuándo sea el momento de
actuar. El Espíritu Santo es paciente, benigno, amable y lleno de longanimidad.
La brujería trata en el
temor, la ansiedad y la falta de reposo. El Espíritu Santo ofrece confianza, fe
y reposo en Dios.
La brujería crea un ambiente
negativo y destructivo. El Espíritu Santo crea un ambiente positivo y
edificante.
La brujería produce fruto de
contienda, pobreza y muerte. El Espíritu Santo produce el fruto de la paz, la
bendición y la vida.
La brujería se caracteriza
por el intento personal de controlar a las personas y circunstancias
pronunciando maldiciones. El Espíritu Santo
trae lo que es bueno pronunciando bendiciones. Con la lengua bendecimos
a Dios o maldecimos a los hombres. Santiago 3:9.
La brujería es intrusiva. El
Espíritu Santo es amable.
La brujería es maligna. El Espíritu Santo es justo.
LA LEY REAL DE LA LIBERTAD
Santiago 1:25 se refiere a la perfecta ley de la
libertad. Tenemos que dejar que la gente sea libre. Tenemos que dejarles ser
libres para ser quienes son y donde están, en un momento dado de sus vidas.
Cualquier acto de control
que produzca ataduras a un tercero es la práctica sutil de la brujería.
Jesucristo es la Verdad. El es el camino, la verdad y la vida. Juan 14:6.
“Conoceréis la verdad y la verdad
os hará libres.” Juan 8:32. “Donde está
el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” 2ª Cor. 3:17. “La libertad
con que Cristo nos hizo libres.”
Gál. 5:1.
La naturaleza carnal del
hombre tiende naturalmente a la manipulación y al control, que es en sí la
práctica de la brujería. Por tanto, se halla bajo la influencia de demonios de
brujería. Cuando está presente la brujería, el demonio de Jezabel está
presente. Cuando el demonio de Jezabel está presente, el demonio de Acab
(Nicolaíta) está presente. Cuando estos demonios operan en la iglesia carnal, tenemos lo que Jesús
llamó en Apocalipsis, “las profundidades de Satanás”.
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