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viernes, 23 de diciembre de 2011

un soldado listo para formar parte de Su gran ejército de los últimos tiempos.



FRIDAY, DECEMBER 23, 2011
by David Wilkerson
[May 19, 1931 – April 27, 2011]
¡Estamos enfrentando un tiempo en el cual la palabra liberación tendrá un significado completamente nuevo! En el pasado, cristianos relacionaban principalmente a la liberación con sanidad física, pero ¡pronto la máxima liberación será del temor y terror!
La liberación en este tiempo significará tener una “palabra clara del cielo.” Jesús dijo que los corazones de los hombres les fallarían por temor al ver cosas terribles suceder en esta tierra (ver Lucas 21:26) Incluso, gente clamará por conocer lo que Dios hará en el futuro. Caminarán en distintas direcciones queriendo escuchar la voz de alguien tranquilo, pacífico y no loco. Ellos clamarán, “¡Por favor dime! ¿Es este el juicio de Dios? ¿Cuándo va a acabar todo?”
¿Y quién cree usted que tendrá las respuestas? ¡Usted! ¡El cristiano ordinario que ha estado en comunión con Dios! Usted estará lleno de calma y paz mientras todo a su alrededor está cayéndose en pedazos, pues Dios está con usted y usted está escuchando palabras del cielo. ¡Él le advirtió que esto sucedería y Él prometió protegerlo!
Yo creo que Dios va a utilizar a un remanente santo en los últimos días para agitar a multitudes, para avivar a pastores y despertar a iglesias. Este ejército tornará los corazones de la gente a Dios, trayéndolos al arrepentimiento -a través de la oración y de la reprobación del pecado.
Cuando hablo de un remamente santo en entrenamiento no significa de un ejército de predicadores, evangelistas y misioneros. Estoy hablando de santos ordinarios, amantes de Jesús quienes ellos mismos serán señales y maravillas de paz y calma en este mundo. Dios no quiere un ejército profesional y entrenado por métodos del hombre. ¡Él quiere hombres y mujeres entrenados en oración por medio del Espíritu Santo! Dios está buscando a creyentes que se encierren con Él, que preparen sus corazones delante Él, y que aprendan a escuchar Su voz.
¿Lo anterior lo describe a usted? ¿Es su vida ahora testimonio ante un mundo temeroso y agitado? Le exhorto a que pase tiempo a solas con Dios y deje que le hable. Pídale que le revele su pecado en su vida. Deje a un lado todo aquéllo que el Espíritu Santo traiga convicción de pecado. Póngase a Su disposición al encomendarse a la oración. De esta manera, usted será un soldado listo para formar parte de Su gran ejército de los últimos tiempos


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