EL
EJÉRCITO QUE PELEARÁ LA BATALLA FINAL Y EL MENSAJE DE SÉFORA, Rick
Joyner
INTRODUCCIÓN
DEL BLOG
Entendemos
que esta Batalla Final se refiere al Último Gran Avivamiento, al
Diluvio de Fuego del Espíritu, que anegará la Tierra, no con agua
como en tiempos de Noé, sino con la gloria de Dios (Habacuc
2:14 Porque
la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Yahweh, como
las aguas cubren el mar).
Un avivamiento para vida, no para destrucción; un avivamiento con la
Espada del Espíritu, no con la espada física.
En
este capítulo Ryck Joyner tiene una visión del estado del ejército
de Dios en los Tiempos del Fin: un pésimo estado en su tercer
grupo, mucho más grande que los otros dos juntos; un
insatisfactorio estado del segundo grupo y, gloria a Dios, un
pequeño grupo de vanguardia que, aunque ínfimo comparado a
los otros dos, está en perfecto orden, entrenamiento y equipamiento
y que ayudará para que los otros lo puedan estar al tiempo de la
Gran Batalla Final.
El
grupo de vanguardia creo que lo constituye ese pequeño Remanente
que, en obediencia a la voz de Dios, está saliendo del Cautiverio
Babilónico de la Iglesia -del cristianismo denominacional y
leudado por esa "mujer que escondió la levadura en
las tres medidas de harina (las perfecciones de Cristo), hasta que
TODO fue leudado" (la Iglesia Católica Romana, que
importó el veneno contaminante de Babilonia y Egipto y luego
subrepticiamente lo introdujo en la cristiandad, con tal éxito, que
efectivamente hoy podemos decir que dicho "cristianismo",
con alguna ínfima excepción, está TODO leudado)-,
como Nehemías y Esdras, hacia la Jerusalén del "tiempo
de la restauración de todas las cosas", no solo
en espíritu, sino también en la práctica de la vida de iglesia.
¡Qué
lamentable que la gran mayoría se quedó en Babilonia y no viajaron
con Nehemías y Esdras y que otros salieran, pero nunca llegaran a
Jerusalén al quedarse por el camino!
Hacemos
un llamado desde aquí a aquellos líderes que fueron "más
puros que la nieve y más blancos que la leche" y
ahora ennegrecidos por causa del hambre sufrida en el largo y seco
exilio espiritual, que contemplando la obra consumada de tal
perversa mujer se atrevan a obedecer la voz del Espíritu a
Laodicea:
"Y
oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para
que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas" (Apo 18:4).
Sugerimos
leer este enlace: EL
CENSO DE LOS HOMBRES QUE PELEARÁN LA BATALLA FINAL, Witness Lee
(http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2013/08/el-censo-de-los-hombres-que-pelearan-la.html)
(Lo
resaltado en mayúsculas, negritas y las notas es del blog, no del
autor del libro).
EL
EJÉRCITO
- De
pronto me encontré
sobre
una gran montaña, contemplando una gran planicie. Ante mi se
desplegaba un ejército que marchaba en un amplio frente. Había
doce divisiones a la vanguardia, que saltaban a la vista entre la
multitud de soldados que los seguían por detrás. Estas divisiones
estaban a su vez separadas en lo que supuse serían regimientos,
batallones, compañías y escuadrones. Las divisiones se distinguían
por sus estandartes, y los regimientos por los diferentes colores de
sus uniformes.
Los
batallones, las compañías y los escuadrones se distinguían a su
vez, por cosas como los cinturones o las charreras que cada grupo
usaba. Todos tenían una armadura como de plata pulida, escudos que
parecían ser de oro puro y armas de oro y plata. Los estandartes
eran enormes, de nueve o diez metros de largo. Cuando los soldados
marchaban, su armadura y sus armas refulgían en el sol como rayos, y
el flamear de sus estandartes y las pisadas de sus pies se oían como
un trueno rugiente. No creo que la Tierra haya visto jamás algo como
esto.
-
Luego estuve lo suficientemente cerca como para ver sus rostros;
había hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, de toda raza. Había
una feroz determinación en sus rostros, pero aún así no parecían
tensos. La sensación de guerra estaba en el aire, pero en las filas,
pude percibir una paz tan profunda, que supe que ni tan
siquiera uno de ellos temía la batalla a la que se encaminaban. La
atmósfera espiritual que sentí cuando estuve cerca de ellos era tan
asombrosa como su apariencia. Miré sus uniformes. Los colores
eran brillantes. Cada soldado también tenía insignias y medallas.
Los generales y otros oficiales de rangos superiores marchaban
en las filas junto a los demás y, aunque era evidente que los
que tenían cargos mayores estaban a cargo, nadie parecía estar
demasiado ocupado por su escalafón. Desde la jerarquía más
alta hasta la más baja, todos parecían ser amigos íntimos.
Era un ejército de lo que parecía ser una disciplina sin
precedentes; con todo, parecía ser simplemente una gran
familia.
Al
observarlos vi que todos parecían abnegados, pero no por
falta de identidad, sino porque todos estaban seguros de quienes
eran y de lo que hacían. No estaban preocupados por sí
mismos ni buscaban aprobación. No pude detectar ambición u
orgullo en ninguna parte de las filas. Era asombroso ver tantos y
a la vez tan singulares, con una armonía tal que marchaban
en un compás perfecto. Estaba seguro que nunca había existido
un ejército igual sobre la Tierra.
-
Después estuve por detrás de una de las divisiones delanteras,
mirando a uno de los grupos más numerosos, que estaba
compuesto de cientos de divisiones. Cada una de ellas era de un
tamaño distinto, las menores eran de alrededor de dos mil personas,
y las mayores de cientos de miles. Aunque este equipo no era tan
llamativo y colorido como el primero, también era un ejército muy
asombroso, simplemente por causa de su tamaño. Ellos también tenían
estandartes, pero no eran tan grandes ni tan impresionantes como los
del primer grupo. Todos ellos tenían uniformes y rangos, pero me
sorprendí de ver que muchos de ellos no tenían puesta la
armadura y muchos ni siquiera tenían armas. La armadura y las
armas de quienes tenían no estaban lustradas ni tan brillantes como
las que tenía el otro equipo.
Me
acerqué para verlos mejor y pude apreciar que todos estaban
determinados y tenían alto nivel de devoción y propósito, pero no
poseían el mismo grado de enfoque que el primer
grupo. Estos parecían mucho más conscientes de sus rangos y de
los de quienes los rodeaban. Sentí que esta era una distracción
que estorbaba su enfoque. También pude percibir ambición y celos
en las filas, lo cual era indudablemente otra distracción.
Incluso así sentí que esta segunda división todavía tenía un más
alto nivel de devoción y propósito que ninguna otra sobre la
Tierra. Esta también era una fuerza muy poderosa.
-
Detrás de este segundo grupo había un tercero, que marchaba
bastante alejado de las otras dos divisiones, tanto que no estaba
seguro si alcanzaban a ver los grupos que estaban delante de ellos.
Esta tropa era muchas veces más grande que la primera y la
segunda juntas aparentemente compuesta por millones y millones.
Al mirarlos desde la distancia, este ejército parecía desplazarse
en distintas direcciones, como un conjunto de pájaros;
barriendo primero un tramo y luego el siguiente, nunca moviéndose
en una dirección fija por mucho tiempo. A causa de su movimiento
errático, era arrastrado cada vez más lejos de los dos
primeros grupos.
Al
acercarme vi que los soldados tenían uniformes andrajosos, de un
gris opaco, que no estaban planchados ni limpios. Casi todos
estaban sangrando y heridos. Unos pocos intentaban marchar, pero
la mayoría simplemente caminaba en la dirección que los otros iban.
Constantemente se armaban peleas en las filas, así muchos
resultaban heridos. Algunos de los soldados trataban de mantenerse
cerca de los raídos estandartes esparcidos al azar entre las filas.
Aún así, ni siquiera los que estaban cerca de los estandartes
tenían una clara identidad, porque continuamente vagaban de
un estandarte a otro.
En
este tercer ejército, me sorprendí de ver que había solo dos
rangos: generales y civiles. Solamente unos pocos tenían alguna
pieza de la armadura puesta y no divisé armas,
excepto algunas armas falsas que llevaban los generales. Ellos
ostentaban estas armas falsas como si el tenerlas los hiciera
especiales, pero hasta los que estaban en las filas podían decir
que éstas no eran reales. Era triste, porque se hacía evidente que
los que estaban en las filas con desesperación querían encontrar
a alguien que fuera real, auténtico, a quien pudieran seguir.
No
parecía haber ninguna ambición, excepto entre los generales;
y esto no era por abnegación, como en el caso del primer ejército,
sino porque les importaba muy poco. Pensé que era preferible
la ambición del segundo grupo a la confusión y al desinterés
que prevalecían aquí. Los generales parecían estar más
interesados en hablar sobre sí mismos y pelear unos con otros,
cosa que hacían permanentemente las camarillas pequeñas que estaban
a su alrededor. Pude entender que las peleas entre las filas eran
la causa de su movimiento indefinido y de los cambios erráticos de
dirección que este grupo hacía de tanto en tanto.
Al
observar los millones de personas en este grupo sentí que, a
pesar de su gran número, en verdad no le agregaban fuerza al
ejército, sino que en cambio lo debilitaban; en una batalla real
éstos serían más una carga que un apoyo. Solamente el hecho de
mantenerlos con comida y protección costaría más en recursos, que
cualquier valor que ellos pudieran aportarle a la habilidad del
ejército en la pelea. Pensé que un civil en el primer o segundo
grupo sería más valioso que muchos de los generales del tercero.
No podía entender porqué razón los primeros grupos aún permitían
que este tercero se sumara detrás de ellos, ya que evidentemente no
eran soldados verdaderos.
LA
SABIDURÍA DE SÉFORA (1)
Repentinamente
me encontré en una gran montaña desde donde pude divisar todo el
ejército. Mientras lo contemplaba, noté que la llanura estaba seca
y polvorienta delante del ejército, pero inmediatamente después de
que las primeras doce divisiones pasaron, el suelo se volvió verde
oscuro, con árboles que daban sombra y que llevaban fruto, y
corrientes de agua pura surcaban la tierra. Este ejército restauraba
la tierra. Pensé cuan distinto era esto a lo que ocurría cuando
uno de los ejércitos del mundo cruzaba un territorio; ellos
saqueaban y hurgueteaban hasta que la tierra por donde habían pasado
quedaba completamente devastada.
Luego
observé como las segundas divisiones pasaban por el mismo suelo.
Dejaban muchos puentes y otros edificios, pero la tierra no quedaba
en tan buen estado como antes de que hubieran pasado por allí. El
pasto no era verde, las aguas estaban ciertamente lodosas, y mucho
del fruto había sido arrancado.
Entonces
miré atentamente lo que sucedía cuando el tercer grupo pasaba por
el mismo suelo. El pasto había desaparecido o estaba tan pisoteado
que ni se veía. Los pocos árboles que quedaban habían sido
talados. Las corrientes de agua estaban contaminadas. Los puentes
estaban rotos e intransitables. Los edificios, dejados en ruinas.
Parecía que este grupo deshizo todo lo bueno que los dos primeros
habían hecho. Al verlos la ira se alzó dentro de mí.
Sentí
a Sabiduría al lado mío. No dijo nada por un largo rato, pero pude
sentir que Él también estaba enojado.
-"El
egoísmo destruye -dijo finalmente-. Yo vine para dar vida y vida en
abundancia. Aunque Mi ejército ha madurado, habrá muchos que
hablarán en mi Nombre y seguirán a los que me siguen, pero ellos no
me conocen ni andan en mis caminos. Éstos destruyen el fruto de los
que me siguen. Por esta causa, el mundo no sabe si considerar a mi
pueblo una bendición o una maldición.
Cuando
Sabiduría dijo esto sentí un inmenso ardor procedente de Él, que
se me intensificaba hasta que se hizo tan doloroso que se me hizo
difícil concentrarme en lo que decía. Pero igualmente supe que
sentía lo que Él estaba sintiendo y que aquello era una parte
importante del mensaje que Él me transmitía. El dolor era una
combinación de compasión por la Tierra e ira por el egoísmo de
este ejército. Ambos sentimientos eran tan fuertes que sentía
como si estuvieran siendo tallados en mí.
A
medida que el furor aumentaba, sentí que Él podría llegar a
destruir el ejército entero. Luego recordé como el Señor había
salido al encuentro de Moisés cuando estaba camino a Egipto en
obediencia al Señor. El Señor había tratado de matarlo hasta que
su esposa Séfora circuncidó a su hijo. Nunca había entendido esto
hasta ahora: Como la circuncisión habla de la remoción de la
carne, o de la naturaleza carnal, este incidente fue como
un presagio profético del pecado de Elí, el sacerdote que atrajo
una maldición sobre sí y la derrota de Israel porque no había
disciplinado a sus hijos. (2-1)
"¡Señor,
levanta a aquellos que tengan la sabiduría de Séfora!", clamé.
El
ardor continuó y vino sobre mí una profunda determinación de ir a
los líderes de este gran ejército, y contarles la historia de
Séfora y decirles que cada uno en el
ejército del Señor debía ser circuncidado en el corazón. La
naturaleza carnal debía ser cortada.
Sabía que si seguían marchando
sin hacerlo, el
ejército completo estaría en peligro de ser destruido por el Señor,
así como Él casi había matado a Moisés cuando estaba saliendo de
Egipto. (2)
Entonces
me encontré de pie en el Salón del Juicio, ante el Trono del
Juicio. El Señor todavía aparecía como Sabiduría, pero nunca lo
había visto tan severo, ni Sus palabras habían llevado más peso:
-Tú
ya has visto este ejército en tu corazón muchas veces. Los líderes
que comisiono ahora guiarán esta milicia. Te envío a muchos
líderes; pero ¿qué les dirás?
-Señor,
este es un gran ejército pero todavía me lamento por la condición
del tercer grupo. No entiendo porque se les permite fingir que son
parte de Tus tropas. Me gustaría decir que antes de que sigan
avanzando, el primer y el segundo ejército deberían darse la
vuelta y echar este tercer grupo. Ellos son poco menos que una
enorme turba.
-Lo
que viste hoy está todavía en el futuro. Los ministerios que estoy
por soltar reunirán a este ejército y lo
equiparán para ser todo lo que viste en el primero. En
este tiempo casi todo mi ejército está en las condiciones del
tercer grupo, ¿cómo podría dejar que sean despedidos?
(3)
Quedé
anonadado por esto, aunque sabía que nunca había visto a ninguno
del pueblo del Señor estar en buena forma, siquiera como el segundo
grupo de este ejército.
-Señor,
sé que sentí enojo por este grupo. Si casi todo Tu ejército está
actualmente en esas condiciones, estoy agradecido de que no nos
hayas destruido a todos. Cuando miraba a este tercer grupo, sentí
que su estado deplorable se debía a la falta
de entrenamiento, equipamiento y visión, así como también a la
falta de aceptar la cruz que circuncida el corazón. Creo
que debo ir a ellos con el mensaje de Séfora, pero ellos también
necesitarán instructores y oficiales que los entrenen.
Sabiduría
prosiguió:
-Recuerda
el primer ejército que viste delante de la montaña. Ellos tampoco
estaban preparados para la batalla y cuando esta comenzó los que no
estaban preparados huyeron. Sin embargo, muchos
regresaron con su armadura puesta y después de
haber reemplazado el engaño por la verdad. Los dos
primeros grupos en este ejército fueron cambiados por las
batallas que los despertaron a su verdadera condición.
Luego ellos clamaron a Mí y Yo les envié pastores conforme a Mi
corazón.
Todos
Mis pastores son como el rey David. No son
mercenarios que buscan su propio lugar o posición, sino que
dejarán sus vidas por Mi pueblo. Tampoco tienen temor en la guerra
contra Mis enemigos y son puros en su adoración a Mí. Estoy por
enviar esta clase de pastores. Debes regresar con el mensaje de
Séfora. Se acerca el tiempo en que no
toleraré a aquellos que no circunciden sus corazones. Debes
advertirles de Mi ira.
También
te envío a caminar con los profetas que suelto; serán como
"Samueles", que derramarán el aceite sobre Mis
verdaderos pastores; muchos de éstos ahora son considerados los
últimos entre sus hermanos, pero los encontrarás sirviendo como
pastores fieles sobre sus rebaños, obreros fieles en cualquier tarea
que se les haya asignado. Ellos son mis fieles que son llamados a ser
reyes. A ellos les confiaré Mi autoridad.
Ellos prepararán a Mi pueblo par la Gran Batalla Final de los
Tiempos. (4)
Entonces
me pregunté en mi corazón: "Si estamos ahora en la condición
del tercer grupo, ¿qué se debe hacer con los generales que no
parecen ser verdaderos generales?
-Tienes
razón, ellos no son verdaderos generales, -respondió el Señor-, Yo
no los nombré, sino que se nombraron ellos mismos. Con
todo, algunos de ellos serán cambiados y Yo los haré verdaderos
generales. Otros se convertirán en oficiales provechosos. Sin
embargo, la mayoría huirá a la primera señal de batalla
y no los verás nunca más.
Recuerda
esto, en un tiempo cada uno de los que está en el primer ejército
fue parte del último. Cuando vayas con el
Mensaje de Séfora a declarar que Yo no toleraré más la carnalidad
en Mi pueblo, aquellos que
realmente Yo he llamado y que son devotos a obedecerme no huirán de
Mi circuncisión, sino que se levantarán contra la carnalidad en
el campamento (5), para que Yo no traiga juicio sobre ellos. Mis
pastores son responsables por la condición de Mis ovejas. Mis
generales son responsables por la condición de Mis soldados.
Aquellos a los que Yo he llamado tomarán su responsabilidad porque
Me aman, aman a Mi pueblo y aman la justicia.
EL
CAPITÁN DEL EJÉRCITO
Luego
ya no estaba más ante el Trono del Juicio, sino en la montaña,
contemplando el ejército nuevamente. Sabiduría estaba de pie junto
a mí. Estaba resuelto, pero ya no sentía más el dolor y la ira que
había sentido antes.
-Te
he permitido ver un poquito en el futuro- comenzó a decir
Sabiduría-. Te envío a aquellos que son llamados a preparar Mi
ejército y liderarlo. Estos son los que han peleado la batalla en la
montaña. Estos son los que han enfrentado al ejército del Acusador
y han permanecido fieles. Estos son los que han cuidado a Mi pueblo y
lo han protegido arriesgando sus propias vidas. Ellos son llamados a
ser los líderes de Mis tropas que pelearán en la Gran Batalla del
Fin (4) y se levantarán sin temor de los poderes de las tinieblas.
Como
puedes ver, el ejército marcha, pero habrá momentos en que acampe.
ACAMPAR es tan
importante como MARCHAR. Es el tiempo de PLANIFICAR, de ENTRENARSE y
de AGUDIZAR LAS HABILIDADES y AFILAR LAS ARMAS. También es
tiempo para que los que están en el primer grupo caminen entre los
del segundo, y para que los líderes del segundo grupo caminen entre
los del tercero y hallen a los que tienen que ser llevados al
próximo nivel. Hazlo mientras puedas, porque se acerca el tiempo
en que Apocalipsis 11:2-3 se cumplirá ("Pero
el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas,
porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad
santa cuarenta y dos meses. Y daré a mis dos testigos que profeticen
por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio")
y aquellos que quieran ser llamados por Mi nombre, pero que no anden
en Mis caminos, serán hollados. Antes de la Gran Batalla
Final (4) Mi ejército será santo, así como Yo soy santo. Yo
quitaré aquellos que no estén circuncidados de corazón y a los
líderes que no mantuvieron Mi justicia. Cuando La Última
Batalla sea peleada, no habrá un tercer grupo como ves aquí.
Hasta
ahora, cuando Mi ejército acampaba,
desperdiciaba la mayor parte del tiempo. Así como solamente llevo
adelante a Mi pueblo con un objetivo claro, así es también cuando
llamo a Mi pueblo a ACAMPAR: hay un
propósito para ello. La (1) FUERZA del ejército que marcha será
determinada por la calidad de su campamento. Cuando es hora de PARAR
y ACAMPAR por un tiempo, es para enseñarle a Mi pueblo Mis caminos.
Un ejército es un ejército, ya sea que pelee o esté en paz. Debes
aprender como ACAMPAR, como MARCHAR, como PELEAR. No harán ninguna
de estas cosas bien a menos que las hagan bien todas.
Mi
ejército debe estar preparado para hacer todas estas cosas a tiempo
y fuera de tiempo. Ustedes pueden pensar que es tiempo de marchar,
pero Yo los guiaré a ACAMPAR, porque veo cosas que ustedes no
pueden ver, aún desde su lugar de visión. Si Me siguen, siempre
harán lo correcto en el tiempo preciso, aunque para ustedes
no parezca ser lo correcto. Recuerden: YO SOY EL CAPITÁN DEL
EJÉRCITO.
La
(2) RESOLUCIÓN de un ejército estará dada por la nobleza
de su misión, por lo bien que estén preparados para ella
y por lo bien que sean liderados. Este ejército marchará con
la misión más noble que ha sido jamás dada al hombre. No obstante,
pocos de Mi pueblo están equipados para su misión, y los que
ahora lideran a Mi pueblo siguen sus propios deseos. Ahora levantaré
líderes que ENTRENARÁN y EQUIPARÁN a Mi pueblo. Estos Me
seguirán porque YO SOY EL CAPITÁN DEL EJÉRCITO.
Muchos
ejércitos experimentaron victorias y derrotas. El Mío ha marchado
por muchos siglos y también ha tenido muchas victorias y muchas
derrotas. Mi ejército ha perdido muchas batallas porque (a) atacó
al enemigo cuando no le di la orden de hacerlo.
Otros fueron vencidos porque (b) atacaron al enemigo con
gente no entrenada.
La mayoría de estos líderes lo hicieron porque buscaban
su propia gloria. Como Pablo escribió de los de su
tiempo: "Todos buscan sus
propios intereses". (c) Otros líderes han tenido
Mis intereses en sus corazones y sinceramente buscaban la victoria
sobre el mal por causa de Mi nombre, pero no entrenaron
bien a su gente; no caminaron conmigo como Su Sabiduría.
Eso cambiará ahora; Yo seré el Capitán del Ejército. No se
desanimen por la forma en que Mi pueblo luce ahora, sino que
recuerden en que se ha de convertir. Ahora levantaré líderes
que solamente marcharán cuando Yo de la orden. Mientras Mi
ejército Me siga, ganará cada batalla. CUANDO ACAMPEN
CONOCERÁN MI PRESENCIA Y SE FORTALECERÁN EN MIS CAMINOS.
Llegará
un tiempo en el futuro en que verán Mi ejército como es ahora. En
ese tiempo sentirán el ardor de Mi ira. SEPAN QUE NO
SOPORTARÉ A AQUELLOS QUE PERMANECEN EN LA CONDICIÓN DEL TERCER
GRUPO. ENTONCES DETENDRÉ LA MARCHA
HASTA QUE ESOS HAYAN SIDO DISCIPLINADOS (6), PARA QUE
SE CONVIERTAN EN VERDADEROS SOLDADOS O SEAN DISPERSADOS. Disciplinaré
a a los del segundo grupo para echar fuera todas sus AMBICIONES
IMPURAS y que vivan por Mí y Mi verdad. ENTONCES, Mi ejército
avanzará, NO PARA DESTRUIR, sino PARA DAR VIDA. Yo estaré
en medio de ellos para hollar a Mis enemigos bajo los pies de Mi
ejército. VENGO COMO EL CAPITÁN DEL EJÉRCITO. (7)
(8)
--------------------------------------------------------------
Ap.
3:19,
"Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé,
pues, celoso, y arrepiéntete".
--------------------------------------------------------------
NOTAS
IMPORTANTES:
- LA SABIDURÍA DE SÉFORA O EL MENSAJE DE SÉFORA, se refiere a la circuncisión del corazón, es decir, al Cruce del Jordán, el río de la muerte al ego, que nos conduce a la vida en resurrección. Este mensaje es: DIOS NO TOLERARÁ MÁS LA CARNALIDAD EN SU PUEBLO, NO TOLERARÁ LOS CORAZONES INCIRCUNCISOS.
- Aquí el Señor quiso destruir al líder, Moisés, por no haber disciplinado (circuncidado) a su hijo, antes de emprender su misión. ¡Qué tema este ejército!, pero sobre todo, ¡Qué teman los líderes consentidores que hacen la vista gorda con el pecado! ["¡Cómo se ha ennegrecido el oro! Sus nobles fueron más puros que la nieve, más blancos que la leche; Más rubios eran sus cuerpos que el coral, su talle más hermoso que el zafiro. Oscuro más que la negrura es su aspecto; no los conocen por las calles; su piel está pegada a sus huesos, seca como un palo. (Lam. 4:1, 7-8)]¿Cómo se atreven a ir a predicar la moral estando ellos y sus congregaciones en ropas menores? No es tiempo de salir a pelear con un ejército en tan deplorable estado, no es tiempo de pescar sino de remendar las redes; tarea ésta que solo puede hacerse en tierra con la barca varada en la orilla.
(2-1) En
mi opinión Séfora fue sabia solo en salvar el pellejo de
su marido, ya que después de circuncidar al niño ella
abandonó a su esposo. Caminó con él pero cuando se dio cuenta
que Dios no toleraría un compromiso menos que absoluto de él y su
familia, evitó su muerte, pero se devolvió a la comodidad
de la religión que le deja hacer a uno como le da la gana.
Quizás Moisés no había circuncidado al niño por la oposición de
su esposa, pero después de ser disciplinado por el Señor, tomó la
lección y, forzado a dejar de consentir a Séfora, se hizo
eunuco temporalmente por el evangelio y tuvo que renunciar a ella y
obedecer al Señor. Es decir, Moisés al fin tuvo
que elegir entre el cristianismo vivo y radical de la
circuncisión del corazón, poniendo sus afectos en el altar, o
el "romance emocional de pantalón
caído" siendo
dirigido por su esposa y una religión.
(3) Introducción
del libro "Vasija para Honra" de Rebecca Brown:
"Me
has estado pidiendo que te libere de tener que hablarle a Mi pueblo
para advertirles que tienen que sacar el pecado de su vida, para que
estén preparados para resistir en la persecución que está por
venir. No te liberaré de esta encomienda, porque soy un Dios justo y
santo. He dicho en Mi Palabra: Porque es tiempo de
que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza
por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al
evangelio de Dios? (1ª Ped. 4:17). El final de la era se
acerca. Este país (U.S.A.) caerá. Pero como el juicio comienza por
Mi Casa, los míos serán perseguidos antes de que los incrédulos
sufran. Por ende, tú y otros más deberán ir por delante y advertir
a los míos primero ... No desprecies a Mi pueblo. Estás cayendo en
esa trampa. Dime, si Yo hubiese formulado Mi juicio en cuanto a tu
persona basándome en tus chismes y traiciones de hace quince años,
¿dónde estarías hoy? ... No olvides, no soy solo un Dios de
santidad y justicia, sino también un Dios de misericordia. Es por Mi
misericordia que aguardo, esperando que Mi pueblo se arrepienta del
mal que hace ... ¡Recuerda siempre que yo amo a los míos!, aunque
estén llenos de arrogancia, sean pecaminosos y hasta hayan destruido
a Mis siervos; a pesar de todo eso, aún los amo y espero
misericordiosamente que ellos se arrepientan de lo malo que han
hecho. Algún día Me RESPONDERÁN por lo que hacen. Se les requerirá
en el Tribunal de Cristo la sangre de muchos, pero NO desprecies a Mi
gente, porque Yo los amo" (1ª Cor. 3:13-15; Rom. 14:10).
- El U.G.A. (Último Gran Avivamiento mundial, la Batalla Final).
- Como los hijos de Leví tras el episodio del becerro de oro y las orgías. (Ex. 32:26-28).
- Malaquías 3:3: Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Yahweh ofrenda en justicia.
- Josué 5:13: Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? (Véase Finisterre al Borde del Jordán) (https://txemarmesto.blogspot.com/2012/09/finisterre-al-borde-del-jordan-copia.html).
- Les recomiendo leer el libro completo, que no tiene desperdicio , donde Rick Joyner nos recuerda que la Iglesia, como Jonás, duerme en la bodega del barco, viajando justo en dirección contraria a su llamado y buscando el amparo del Nuevo Orden Mundial y sus ayudas humanitarias; pero será echada por la borda por éstos cuando la cosa se ponga fea, siendo tragada por la primera bestia que sale del mar, y más tarde vomitada en las fauces de la segunda bestia que sale de la tierra en la final tribulación.
El
tiempo es venido de predicar los juicios de Dios que vienen a esta
Tierra como olas de mar cada vez mayores y que aquellos de Su pueblo
que no se juzguen a sí mismos, serán juzgados con el mundo; porque
el juicio de Dios va a comenzar, YA, por Su Casa. Es
hora ya de dejar la “rotonda del activismo” en el desierto,
cruzar el río Jordán de la muerte al yo y acampar en Gilgal; donde
el afilado cuchillo de Josué practicará la cirugía espiritual que,
rasgando el velo de los corazones incircuncisos, permita la Pascua de
acceso a la Tierra Prometida: Pentecostés
II (es decir, TABERNÁCULOS).
Nota sobre la deriva posterior del autor:
Debido al comentario recibido por un lector al respecto de la deriva del autor, ponemos esta nota aclaratoria y que cada cual juzgue por sí mismo:
Concordamos plenamente con esta visión de Rick Joyner y lamentamos hondamente esto que sobre él hemos conocido unos años después de leer su trilogía:http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2012/12/apostoles-o-caballeros-de-malta-parte-1.html
He aquí la propia explicación de Joyner y la investigación de Joseph Herrin al respecto:http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2018/02/por-que-me-uni-los-caballeros-de-malta.html
http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2018/03/libro-doble-traicion-engano-y.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos cualquier comentario respetuoso y lo agradecemos aún más si no son anónimos. Los comentarios anónimos no serán respondidos.