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sábado, 1 de octubre de 2011

CRONOLOGÍA DEL DÍA DEL SEÑOR, DEL APOCALIPSIS AL TRONO BLANCO; notas de la Versión Recobro



NOTA AL VERSÍCULO 2ª Pe. 3:12 EN LA VERSIÓN RECOBRO 

... esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! (2ª Pe. 3:12).

El día de Dios es el día del Señor (v. 10) y para los hijos de Israel en el Antiguo Testamento el día del Señor es el día de Jahweh (Is. 2:12; Jl.1:15; 2:11, 31; 3:14; Am. 5:18, 20; Abd. 15; Sof. 1:7, 14, 18; 2:2-3; Zac. 14:1; Mal. 4:1, 5). En tales expresiones, día se usa principalmente en el sentido de juicio para una disciplina gubernamental. 

El tiempo anterior a la venida del Señor es el día del hombre, en el cual el hombre juzga hasta que el Señor venga (1ª Co. 4:3-5). Luego vendrá el día del Señor el cual empezará con Su Parusía (Su presencia, Mt. 24:3 y la nota 3) con todos Sus juicios, y terminará con el juicio sobre los hombres y los demonios, y probablemente también los ángeles caídos, en el Gran Trono Blanco (Ap. 20:11-15 y las notas).

La Parusía (la presencia) del Señor comenzará cuando los santos vencedores sean arrebatados al Trono de Dios en los cielos antes de la Gran Tribulación de tres años y medio (Ap. 12:5-6; 14:1). 

Luego todas las calamidades sobrenaturales contenidas en el sexto sello y en las cuatro primeras trompetas serán repartidas para castigar la Tierra y lo que en ella hay, así como los cielos y sus cuerpos celestes (Ap. 6:12-17; 8:7-12). Esto será el comienzo de la Gran Tribulación, que constará principalmente de los ayes de las últimas tres trompetas, incluyendo las plagas de las siete copas, y durará tres años y medio (Mt. 24:21-22, 29; Ap. 8:13-9:21; 11:14; 15:5-16:21). Este será un tiempo de prueba para los habitantes de toda la tierra (Ap. 3:10), incluyendo los judíos (Is. 2:12; Zac. 14:1-2; Mal. 4:1, 5; Jl. 1:15-20; 2:1, 11, 31) y los creyentes en Cristo que hayan quedado en la Gran Tribulación (Ap. 12:17). 
Al final de la Gran Tribulación, continuará la Parusía (la presencia), ahora en su fase en el aire, con la venida de Cristo junto con todos los vencedores (Ap. 10:1), y los santos muertos serán resucitados y arrebatados al aire junto con la mayoría de los creyentes que estén viviendo (quienes habrán pasado por la Gran Tribulación), para reunirse con el Señor en el aire (1ª Co. 15:52;  1ª Ts. 4:16-17; Ap. 14:14-16). Después de esto el Señor juzgará a todos los creyentes en su Tribunal en el aire (2ª Co. 5:10).
Luego el Señor realizará Su Banquete de Bodas con los santos vencedores (de ambos arrebatamientos: al trono y al aire) (Ap. 19:7-89.
Inmediatamente después el Señor y Su Novia de vencedores, quienes son Su Ejército, bajarán a la Tierra (Zac. 14:4-5; Jud. 14; 1ª Ts. 3:13) para pelear contra el anticristo y su ejército y derrotarlo; ellos capturarán al anticristo y a su falso profeta y los arrojarán vivos al Lago de Fuego (Ap. 19:11-21). Por ese tiempo Babilonia la Grande será destruida (Ap. 17:1-19:3). Al mismo tiempo el Señor librará, reunirá y restaurará a los hijos de Israel (Zac. 12:2-14; Ro. 11:26; Mt. 24:31; Hch. 1:6).
Luego Satanás será atado y arrojado al Abismo, el pozo sin fondo (Ap. 20:1-3).
Entonces el Señor juzgará a las Naciones (a los incrédulos que hayan quedado vivos sobre la tierra, Mt. 25:31-46; Jl. 3:2).
Después de esto vendrá el Reino Milenario (Ap. 20:4-6).
Pasados los mil años Satanás será desatado del Abismo e instigará a ciertas naciones, Gog y Magog, al norte del hemisferio oriental, para que lleven a cabo la última rebelión contra Dios. Ellos serán vencidos y quemados y el diablo engañador será arrojado al Lago de Fuego (Ap. 20:7-10).
Luego los cielos y la tierra serán totalmente purificados al ser quemados (vs. 7-10). 
Entonces vendrá el Juicio Final sobre los hombres (los muertos sin Cristo) y los demonios, y probablemente también sobre los ángeles caídos (2:4 y la nota 4), en el Gran Trono Blanco (Ap. 20:11-15). Con todo esto y los juicios anteriormente dichos del día del Señor, Dios habrá ejecutado Su juicio final sobre su antigua creación en Su gobierno universal, para poner fin a Su antiguo universo.
Entonces empezará el Universo Nuevo compuesto del Cielo Nuevo y de la Tierra Nueva (Ap. 21:1), en el cual no habrá más juicio relacionado con el juicio de Dios, porque no habrá allí ninguna injusticia. 

Por lo tanto, sin contar los mil años , el día del Señor será muy corto; es probable que no dure más de siete años. Esta será la parte principal de la última semana (siete años) de las setenta de Dn. 9:24-27.


Conforme a las Escrituras no se puede considerar el día de Dios y el día del Señor como dos días diferentes: que el día del Señor termina con el Reino Milenario, y que el día de Dios empieza cuando son quemados los cielos y la tierra, después de lo cual viene el juicio del Gran Trono Blanco. En realidad, dado que el juicio del Gran Trono Blanco será ejecutado por el Señor Jesús (Hch. 10:42; 17:31; 2ª Tim.4:1), también será efectuado en el día del Señor. Dios no juzga a nadie; el ha dado todo el juicio al Señor (Jn. 5:22).

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