Una vez que conozcamos a esta maligna y sutil mujer Jezabel, aborreceremos todo lo relacionado con ella. Debemos declarar que ella es la gran ramera, la gran Babilonia, y que tenemos que salir de ella y de sus hijas rameras; es decir de toda la "cristiandad" leudada.
IV. LAS PROFUNDIDADES DE SATANÁS
(Tomado del: ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS-MENSAJE TRECE-LA IGLESIA EN TIATIRA: LA AUTORIDAD Y LA ESTRELLA DE LA MAÑANA; véase estudio completo en: http://www.librosdelministerio.org/books.cfm?id=%24%280%3C4R%40%20%20%0A
Los resaltados no son del autor)
El versículo 24 dice: “Pero a vosotros, a los demás de Tiatira, a cuantos no tenéis esa enseñanza, y no habéis conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, Yo os digo: No os impondré otra carga”. “Las profundidades” es la misma expresión que aparece en Efesios 3:18. Figurativamente denota cosas misteriosas. La Iglesia Católica Romana tiene muchos misterios y doctrinas profundas. La sinagoga de Satanás se oponía a la iglesia sufrida (2:9); el trono de Satanás está en la iglesia mundana (2:13); y en la iglesia apóstata están “las profundidades de Satanás”. La religión que era una sinagoga, el mundo donde está el trono de Satanás, y la filosofía de los misterios satánicos, son usados por Satanás para destruir y corromper la iglesia.
Ya vimos que la iglesia sufrió persecución de la sinagoga de Satanás y con el tiempo se hizo mundana, y vino a morar donde Satanás habita y donde está su trono. Todo esto constituye el engaño sutil del enemigo. Todo esto tiene su origen en Satanás. Aquí en la cuarta iglesia hay algo aún más serio. No es sólo el asunto de la sinagoga de Satanás, el lugar donde Satanás habita, o donde está su trono. Ahora, Satanás ha entrado en la iglesia y la ha saturado de él mismo. En la iglesia apóstata están las profundidades de Satanás, las enseñanzas misteriosas de Satanás. Esta es la filosofía satánica. La iglesia apóstata enseña los misterios de Satanás. Esto indica que el pensamiento profundo de Satanás, el concepto de Satanás, ha saturado la iglesia apóstata. Con el tiempo, esta iglesia ha llegado a ser la personificación de Satanás. La iglesia apropiada es el Cuerpo de Cristo, pero la iglesia apóstata es la personificación de Satanás. Cristo habita en la iglesia, pero Satanás habita en la iglesia apóstata de un modo sutil. Satanás siempre actúa de una manera sutil. La primera vez que él vino al hombre, vino en forma de una bella serpiente. Sin embargo, no era simplemente una serpiente; era Satanás. El siempre se disfraza de algo bueno. Nadie se imaginaría que Satanás se disfrazase de “iglesia”. Pero en la epístola a la iglesia en Tiatira vemos que ésa es la verdadera condición de la cristiandad hoy. Esta se ha convertido en un órgano de Satanás. Aunque lleva el nombre de Cristo, de hecho, dentro de ella está el mismo Satanás. Todos tenemos que ver esto.
Las profundidades de Satanás, que son la filosofía satánica, son sutiles. En la iglesia apóstata hay muchos misterios. Todos los misterios que enseña esta iglesia perversa son filosofías satánicas. Una de sus filosofías afirma que si usted no añade algo a las verdades de la Biblia, será difícil que la gente las acepte. El Señor en Su sabiduría, comparó esto con la levadura puesta en la harina fina, que suaviza el pan y lo hace más fácil de comer. La iglesia apóstata dice que si la gente no tiene la Navidad, le será difícil aceptar la verdad del nacimiento de Cristo. La celebración religiosa es la levadura agregada a la harina fina. Esto es maligno y sutil.
Si usted piensa que es demasiado osado decir que esta mujer maligna es la personificación de Satanás, le recomendaría que considere Apocalipsis 17:4-5. El versículo 4 dice: “Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación”. Esta mujer maligna tiene una buena apariencia: está adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, los mismos materiales con los cuales está edificada la Nueva Jerusalén. Mientras que la Nueva Jerusalén es edificada sólidamente con estos tres materiales preciosos, esta mujer maligna está solamente cubierta con ellos. Estar cubierto significa tener una fachada, ser superficialmente atractiva, tener una apariencia placentera que esconde una realidad maligna. Su apariencia externa es atractiva, pero la realidad interna es detestable. Esta mujer también tiene una copa de oro, llena de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación. En tipología el oro representa la naturaleza divina. Aparentemente, esta mujer maligna sostiene algo de Dios, pero en realidad, internamente, está llena de abominaciones. En la Biblia la abominación la constituyen principalmente dos cosas: la idolatría y la fornicación. Estas dos cosas son abominaciones delante de Dios. Aparentemente esta mujer es muy atractiva, está cubierta de oro, perlas y piedras preciosas y tiene un cáliz de oro en la mano. Si usted no tiene discernimiento, será engañado por ella. Cuando vemos lo que esta mujer es interiormente, nos damos cuenta de que está llena de abominaciones e inmundicia.
El versículo 5 dice: “Y en su frente un nombre escrito: Misterio, Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”. El Señor penetra en el corazón de la gente y sabe lo que hay en su interior. El tiene discernimiento y ve lo que hay dentro de esta mujer maligna. El Señor la llamó “La madre de las rameras”, lo cual indica que ella es la fuente de toda fornicación espiritual. Por consiguiente, es apenas justo decir que ella es la personificación de Satanás. Necesitamos discernimiento para ver a través de su apariencia externa. Por eso tenemos la espada aguda de dos filos, la santa Biblia.
Gracias sean dadas al Señor por Su gracia soberana. Debido a que Su gracia es soberana, El puede salvarnos en cualquier circunstancia. Muchos han sido salvos aún estando en la apóstata Iglesia Católica. Nadie puede decir que la iglesia Católica no predica la Biblia. En China, muchos paganos conocieron el nombre de Dios, el nombre de Jesús y algunos versículos de la Biblia mediante la enseñanza de la Iglesia Católica. No obstante, después que la gente es ayudada por esta iglesia apóstata, se le impide conocer al Señor de una forma más genuina. Algunos de los que fueron salvos cuando estaban en la iglesia apóstata por la gracia soberana del Señor, espontáneamente amaron esa institución maligna. Muchos de ellos dirían: “¿Si esto es maligno, entonces cómo pude yo ser salvo allí?” Aunque muchos católicos han venido a la vida de la iglesia (auténtica), en lo más recóndito de su ser, es posible que algunos conserven cierta afinidad con esta mujer maligna. No la aborrecen como el Señor la aborrece. Lea la epístola a Tiatira otra vez. El Señor no tiene ninguna compasión para con Jezabel porque ha sido saturada completamente de Satanás. Satanás está en cada fibra de esa mujer perversa.
Nosotros no debemos tener ninguna relación con esa iglesia apóstata. Ella no es el Cuerpo de Cristo; no es la iglesia de Dios. Es la personificación de Satanás; es sutil y maligna. Si usted desea saber más al respecto, lea el libro del hermano Nee titulado La ortodoxia de la iglesia. Todo aquel que ame al Señor y a Su recobro, tiene que conocer a fondo esta iglesia apóstata. Una vez que la conozcamos, aborreceremos todo lo relacionado con ella. Debemos declarar que ella es la gran ramera, la gran Babilonia, y que tenemos que salir de ella.
Como veremos, el libro de Apocalipsis indica que esta gran ramera tiene hijas. Debemos tener una luz clara en cuanto a la iglesia apóstata. Una vez que seamos iluminados, sabremos cuál es nuestra posición en cuanto a la iglesia. Nosotros estamos en el recobro del Señor. Estamos en el Cuerpo de Cristo, la iglesia de Dios, y no tenemos nada que ver con Jezabel, la mujer maligna, la ramera, la gran Babilonia. Tampoco tenemos nada que ver con sus hijas.
En esta epístola, el Señor indica que El juzgará a Jezabel. En Apocalipsis 17:16 se nos dice que durante la gran tribulación el Señor le permitirá al anticristo matar y destruir a la iglesia apóstata. En ese entonces, la Babilonia religiosa será destruida. Pero hasta entonces, esta iglesia subsistirá, según la profecía. El versículo 25 dice que la apóstata Iglesia Católica permanecerá hasta la venida del Señor.
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