13
de enero de 2001
"Adorador
= quien rinde al Señor un día bien aprovechado según
Su Voluntad".
Rebelde
= Inmundo o leproso.
Fruto
de la tierra = Lo carnal, anímico, mundano. Servicio a Dios en
la energía de la carne.
Abel
= Creyente espiritual, maduro, obediente.
Caín
= Creyente carnal, infantil, desobediente.
Gén
4:1-7
1
Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín,
y dijo: Por voluntad de Yahweh he adquirido varón. 2
Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y
Caín fue labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo,
que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Yahweh. 4 Y Abel
trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo
de ellas. Y miró Yahweh con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero no
miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en
gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Yahweh dijo a Caín:
¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7
Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?, y si no hicieres bien, el
pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú
te enseñorearás de él.
Paráfrasis
de Génesis 4:1-7
El
Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, pues Abel coronaba su
jornada rindiendo al Señor un día bien aprovechado y útil,
habiendo realizado las sencillas y cotidianas responsabilidades que
Dios le asignaba. Esa era su vida, su adoración, su sacrificio: el
grato perfume de haber obedecido haciendo Su voluntad ascendiendo a
Dios.
Pero el Señor no miró con agrado a Caín y su ofrenda, pues cada día malgastaba el tiempo sin cumplir con sus obligaciones, lamentándose y quejándose de lo poco importantes que eran. "Si fueran otras asignaciones más relevantes las realizaría con gusto ...", pensaba hacia sus adentros. Al contrario que su hermano, no vivía para Dios sino para agradarse a sí mismo, para sus deleites.
Como Caín notaba que Dios se agradaba de la diligencia y el contentamiento de Abel y le otorgaba Su prosperidad, Su paz y Su gozo, entretanto que él era infeliz y se consideraba menospreciado, esto le causaba envidia y se enojaba en gran manera; tanto, que eso se traslucía en su cara larga, triste y endurecida. ¡Siempre estaba a disgusto y quejándose!
Ante eso el Señor le dijo a Caín:
"¿Por qué estás descontento, enfadado y quejoso? ¿Por qué envidias la felicidad, seguridad y prosperidad de tu hermano? ¿A qué viene esa cara amargada y de pocos amigos? ¡Haz lo que debes y te sentirás bien! Acepta las circunstancias y las personas que Mi soberana voluntad trae a tu vida para moldearte y bendecirte. Deja ya de estar egoístamente ensimismado y pensando en lo malito que te sientes y en lo poco que crees que se te valora y se te quiere. ¿Acaso eres tu el ombligo del mundo? ¿Acaso eres tu el único que sufre y tiene problemas en el planeta? Si hicieras diligentemente lo que debes, ¿no estarías contento, seguro y rodeado de Mi presencia y Mi paz? ¿No te sentirías aceptado, conociendo que Yo me agrado de ti?
Sin embargo, haces lo contrario: Desatiendes tus responsabilidades. Simulas que trabajas cuando en realidad te estás escaqueando, "haces que haces", pero la realidad es que haces bien poco y a veces mal. Estás dejando que los demás apechuguen con la carga que a ti te corresponde, además de la suya propia. No te das cuenta que estar envuelto en las cosas de la carne y la ociosidad te conducen siempre a la depresión y a estar maquinando, en lugar de cumplir con tu deber para sentirte bien. Al hacer esto abres la puerta al diablo, coqueteas con la tentación dejándote cortejar por ella y, claro, acabas cediendo y pecando ...
¡Domina tu espíritu y ciñe tu mente! ¡Sacúdete del polvo de la pereza y el desánimo! Adopta la actitud de hacer en lugar de la de holgar! ¡Resiste firme en el nombre del Señor! ¡Haz lo que debes con disciplina y prontitud! Pídeme la gracia que necesites y Yo te la daré.
¿Acaso no eres Mi hijo amado? Tú te vanaglorias de ser Mi siervo, y lo eres, pero si no eres fiel en lo poco y en lo oculto, ¿cómo podré confiar en ti para ponerte en lo mucho y al frente? En lugar de ser de los que reparten, que ya va siendo hora..., sigues siendo un cristiano sanguijuela, un "chupóptero" que solo sabe decir "dame, dame ...", pensando que los demás han de ser lacayos tuyos. La vida, sabe hijo Mío, es más que una simple existencia hedonista para el propio deleite: comer, beber, vestirte, divertirte y holgar; cuando lo que buscas es tu propia satisfacción, ésta huye de ti; la encontrarás sirviendo tú a los demás y no esperando a ser servido.
Ya no tienes excusa, pues te he dado Mi poder, el poder del Resucitado, para que puedas cambiar. No tienes por qué seguir cumpliendo los deseos de la carne, no estás obligado ello. Antes luchabas y no podías vencerte ni vencer. ¡¡¡Ahora sí puedes!!!
Levántate pues, toma tu camilla; la camilla de la ociosidad, de las excusas, de los razonamientos, de las quejas y ve. ¡Sé un siervo! Y cuídate de no pecar más, para que no tenga que disciplinarte con algo peor. Deja LA PARÁLISIS DEL ANÁLISIS y SÍGUEME. ¿No te envío Yo? ¿No eres Mi hijo amado?
Recuerda, hijo Mío, que al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. Empero, ¿SI BIEN HICIERES NO TE ENALTECERÉ?
Hijo Mío, ¡Yo te amo!
Con cariño, para quien fue inspirado, para mi íntimo amigo-hermano.
Textos de apoyo:
Mal.
1:6-9
1
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo
padre, ¿dónde está mi honra?, y si soy señor, ¿dónde está mi
temor?, dice Yahweh de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes,
que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu nombre? 7 En que ofrecéis sobre mi altar pan
inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que
pensáis que la mesa de Yahweh es despreciable. 8 Y cuando
ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo
cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo,
pues, a tu gobernador; ¿acaso se agradará de ti, o le serás
acepto?, dice Yahweh de los ejércitos. 9 Ahora, pues, yo os ruego
que imploréis el favor de Dios, para que se apiade de nosotros, pues
ése es vuestro oficio; pero ¿le seréis agradables?, dice Yahweh de
los ejércitos.
Col.
3:22-23
22
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo
al ojo, como los que sólo quieren agradar a los hombres, sino con
corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
"Cuán
preciosa, oh Dios, es tu misericordia"
Sal.
36:
1
Al músico principal. Salmo de David, siervo de Yahweh.
La
iniquidad del impío le dice al corazón:
No hay por qué temer a Dios ni en su presencia.
No hay por qué temer a Dios ni en su presencia.
2
Porque se lisonjea, en sus propios ojos,
De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.
De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.
3
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;
Ha renunciado a ser cuerdo y hacer el bien.
Ha renunciado a ser cuerdo y hacer el bien.
4
Maquina maldad sobre su cama;
Se obstina en un camino que no es bueno,
Y no aborrece el mal.
Se obstina en un camino que no es bueno,
Y no aborrece el mal.
(El
hombre de doble vida)
Bienaventurados
los perdonados
Sal.
32:
1
Salmo de David. Masquil.
Bienaventurado
aquel a quien es perdonada su transgresión, y cubierto su pecado.
2
Bienaventurado el hombre a quien Yahweh no imputa iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay doblez.
Y en cuyo espíritu no hay doblez.
3
Mientras callé, se consumieron mis huesos
En mi gemir de todo el día.
En mi gemir de todo el día.
4
Porque de día y de noche pesaba sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de estío.
Selah
Se volvió mi verdor en sequedades de estío.
Selah
5
Mi
pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Yahweh;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Selah
Dije: Confesaré mis transgresiones a Yahweh;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Selah
6
Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser
hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
7
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás.
Selah
Con cánticos de liberación me rodearás.
Selah
8
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes
andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
Sobre ti fijaré mis ojos.
9
No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se pueden dominar.
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se pueden dominar.
10
Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Yahweh, le rodea la misericordia.
Mas al que espera en Yahweh, le rodea la misericordia.
11
Alegraos en Yahweh y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
Mat.
5:2-3
2
Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 3 Bienaventurados los
pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
2º
Samuel 11:1
Aconteció
al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la
guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo
Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David
se quedó en Jerusalén.
Hag.
2:12-14
12
Si uno lleva carne santificada en el halda de su vestido, y con el
vuelo de ella toca pan, potaje, vino, aceite o cualquier otra comida,
¿será ésta santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron:
No. 13 Y dijo Hageo: Si un inmundo a
causa del contacto con un cadáver, toca alguna cosa de éstas, ¿será
inmunda? Y respondieron los sacerdotes,
y dijeron: Inmunda será. 14 Entonces respondió Hageo y dijo: Así
es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Yahweh; y asimismo
toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
2ª
Cor. 8:5 Y no como lo esperábamos,
sino que se dieron a sí mismos
primeramente al Señor, y luego a
nosotros por la voluntad de Dios;
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