LO QUE TE OCURRE PROCEDE DE MÍ, por Laura A. Barber Snow

El aguijón desaparecerá a medida que aprendas a verme en todo lo que te ocurre 

(es decir, cuando ya no lo necesites)

(Tomado de "Manantiales en el Desierto", compilado por Mrs. Charles E. Cowman, Ed. Mundo Hispano)

Dedicado con cariño, con muchísimo cariño, a Debi y Zabaraina

"Esta cosa procede de Mí". (1º de Reyes 12:24, versión inglesa).

"Los contratiempos de la vida son los mandatos ocultos del amor". (Rev. C. A. Fox).

Hijo mío, hoy tengo un mensaje para ti, permíteme que lo susurre a tu oído para que pueda adornar con gloria las nubes de cualquier tormenta que pueda levantársete y suavizar los lugares abruptos que tengas que pisar. Es muy corto, consiste solamente en cinco palabras, pero deja que se introduzcan en el fondo de tu alma; úsalas como almohada para que descanse tu cabeza fatigada: "ESTA COSA PROCEDE DE MÍ".

¿Has pensado alguna vez que lo que a ti te afecta me afecta a Mí también? Porque "el que os toca, toca la niña de mis ojos" (Zac. 2: 8). Pues tú eres de gran estima a mis ojos (Is. 43:4). Por tanto, mi gozo especial es educarte. Quiero que aprendas que cuando las tentaciones te asaltan y "el enemigo aparece como una inundación" (Is 59:19) que ESTO PROCEDE DE MÍ, que tu debilidad necesita Mi poder y tu salvación está en dejarme que luche en tu lugar.

¿Te encuentras en circunstancias difíciles, rodeado de personas que no te comprenden, que nunca te piden tu parecer, que te colocan en último lugar? ESTA COSA DE MÍ PROCEDE. Yo soy el Dios de las circunstancias y de las personas; tú no estás en ese lugar por casualidad, es el lugar, que Yo he escogido para ti.

¿No has pedido ser hecho humilde? Yo te he colocado precisamente en la escuela donde se enseña esa lección; la atmósfera que te rodea junto con tus compañeros solamente están haciendo mi voluntad.

¿Te encuentras con dificultades de dinero? ESTO PROVIENE DE MÍ, porque Yo soy el portador de tu bolsa y tú dependes de MÍ. Mis provisiones no tienen límites (Fil 4: 19). Quiero probarte mis promesas. No permitas que se diga acerca de ti "en esta cosa no creíste en tu Señor tu Dios" (Deut. 1: 32).

¿Estás atravesando una noche de tribulación? ESTA COSA PROCEDE DE MÍ. Yo soy el Varón de Dolores y estoy familiarizado con la aflicción. He permitido que te falten los consuelos terrenales para que, volviéndote a Mí, puedas obtener los consuelos eternos (2ª Tes. 2: 17-17).

¿Has anhelado hacer algún trabajo para Mí, y en vez de esto te has visto obligado a guardar cama y sufrir grandemente? ESTA COSA PROCEDE DE MÍ. No pude llamar tu atención cuando estabas tan ocupado con tus quehaceres, y tuve que postrarte porque Yo deseo enseñarte Mis lecciones más profundas: "Que también me sirven aquellos que solamente permanecen y esperan"; y que algunos de mis mejores trabajadores son los que se encuentran parados en el servicio activo, para que puedan aprender a empuñar el arma de "toda oración" (Ef. 6: 18).

Hoy coloco en tu mano esta vasija de aceite bendito. Utilízala libremente, hijo mío. Unge con este aceite todas las circunstancias que se te presenten; cualquier palabra que te hiera; cualquier interrupción que te impaciente; cualquier revelación de tus debilidades. El aguijón desaparecerá a medida que aprendas a verme en todo lo que te ocurre (es decir, cuando ya no lo necesites).